Evolución de sistemas de ALM

Durante los últimos años hemos realizado numerosos proyectos de desarrollo e implantación de sistemas avanzados de ALM, quería aprovechar este último artículo del año para hacer una pequeña reflexión de en qué punto nos encontramos y qué esperamos por llegar los próximos años.

Antes de 2010

En la etapa previa a la nueva regulación -principalmente antes de Basilea III- encontrábamos que los sistemas de ALM eran soluciones departamentales, en la mayoría de casos basadas en excel y en el mejor con una herramienta avanzada «escondida» en algún ordenador o servidor de Gestión Financiera o Planificación, con rara intervención de departamentos de Riesgos de Mercado.

El foco principal de estos sistemas era la gestión del Riesgo de Interés, y el sofisticar la solución no era un requerimiento indispensable sino una buena práctica para gestionar mejor la cartera del ALCO y conseguir que el banco ganase más dinero. Pocos bancos aprovecharon realmente el uso de estas herramientas en momentos donde los tipos de interés no sólo estaban más altos, sino que oscilaban y creaban oportunidades de mercado para mejorar el margen de las entidades. Banesto fue un ejemplo a nivel mundial, tanto por el equipo y la gestión de la cartera ALCO como por la implantación de una herramienta avanzada que realmente permitía simular diversos escenarios de tipos de interés y ayudar a la toma de decisiones del ALCO.

La gestión del Riesgo de Liquidez, para aquellas entidades que lo gestionaban a medio plazo, se centraba casi exclusivamente en el horizonte de supervivencia, y por entonces raro era la entidad que superaba los 8 días de horizonte.

2010 – 2014

Tras el empuje regulatorio el ALM -visto como la gestión del Riesgo de Tipo de Interés y del Riesgo de Liquidez- adquiere una gran velocidad. El foco cambia de la gestión y la forma de hacer ganar dinero a la entidad al cumplimiento de la regulación. Dicha regulación se centra en el Riesgo de Liquidez, y empieza a quedar relegado el Riesgo de Tipo de Interés.

Durante esta época se desarrollan y mejoran los sistemas de prácticamente todas las entidades a nivel mundial. Unas pocas se preparan con soluciones estratégicas que puedan ser sostenibles a largo plazo y flexibles ante nuevos cambios regulatorios. Otras desarrollan sistemas robustos, pero que a la larga han sido costosos debido a la cantidad de veces que han tenido que incorporar nuevas regulaciones y la mayoría de entidades implementa soluciones tácticas que permiten incorporar agilmente nuevos requerimientos, pero con un fuerte esfuerzo operacional y pocos automatismos.

Una vez superado el problema regulatorio y la implantación de una solución capaz de realizar simulaciones y proyecciones -como por ejemplo BancWare o QRM, líderes de mercado en herramientas de ALM- el foco cambia hacia la evolución a una solución estratégica, con mayor robustez, más automatismos y que realmente permita al negocio dedicarse a analizar en lugar de limpiar datos y generar informes -tanto regulatorios como de gestión-.

La regulación no ha perdido ni está perdiendo presión y empuje, todo lo contrario. Con la entrada de IRRBB, la gestión de Liquidez Intradía, la normativa BCBS 239 -por ahora para bancos «too big to fail» pero que poco a poco irá aplicando a entidades menores- es cada vez más prioritario tener una mejor solución.

2014 – 2016

En los últimos dos años, con la nueva forma de entender el ALM -más regulación, menos gestión; más Riesgo de Liquidez menos Riesgo de Tipo de Interés- el negocio toma perspectiva de la importancia de las soluciones a largo plazo. Aquellos bancos que optaron por soluciones tácticas, o por continuar con las soluciones previas aumentando el esfuerzo «humano» empiezan a embarcarse en proyectos estratégicos con una visión a largo plazo.

La ventaja de los bancos que esperaron a evolucionar sus soluciones es que tanto la tecnología como el conocimiento el mercado de este tipo de proyectos han evolucionado. Por poner un ejemplo, nuestro primer proyecto estratégico -incluso antes de crear la empresa- fue casi un proyecto de investigación e innovación que llevó varios años y con las tecnologías disponibles en 2010. Los proyectos que hemos realizado este año tienen arquitecturas mucho más avanzadas -siempre pongo el ejemplo de comparar el iPhone 3GS, el mejor a principios de 2010, con el iPhone 7 que tenemos ahora-, y los ejecutamos en un plazo mucho menor y un presupuesto mucho más bajo. Antes un proyecto estratégico podía llevar hasta 3 o 5 años y ahora mismo es posible implantar una solución mucho más avanzada en sólo un año.

En estos años también han perdido peso dentro del proyecto las parametrizaciones de los motores de simulación. Ya es normal que cualquier entidad disponga de estos sistemas, hay mucha experiencia en el mercado en cuanto a su parametrización y el tiempo y coste de implantación se han reducido considerablemente. De nuevo por poner un ejemplo, antes de 2010 la media en tiempo de implantación de una solución tipo BancWare o QRM era de 2 años siendo optimista. Este año hemos realizado una implantación completa -desde cero hasta producción- en menos de 8 meses en un banco grande y un balance complejo.

Para ser del todo sinceros, esta evolución de mercado que describo se circunscribe a nuestros clientes y las entidades que conocemos y que hemos acompañado, al fin y al cabo, nosotros sólo nos dedicamos a este tipo de servicios. Soy consciente de que hay todavía entidades en situaciones más precarias.

2016 en adelante

Desde nuestro punto de vista, el objetivo de un sistema avanzado de ALM debería centrarse exclusivamente en dos puntos:

  • Optimizar el tiempo
  • Proporcionar mejores herramientas al negocio

En cuanto a optimizar el tiempo me refiero a la dedicación del negocio a tareas propias del mismo. Nos encontramos que muchos departamentos dedican la mayor parte de su esfuerzo bien a recopilar, limpiar y preparar datos, o bien a generar informes regulatorios o de gestión -como por ejemplo para el ALCO-. Es necesario que el negocio se centre en analizar el balance, en mejorar la situación de las entidades, en prepararse para nuevas regulaciones y nuevos escenarios macroeconómicos, no en «magrear» los datos o hacer cuadres de información.

Por otro lado, la herramienta principal usada por el negocio es Excel. Obviamente es una herramienta que no va a desaparecer y que da una flexibilidad de análisis magnífica, pero existen en el mercado cada vez mejores soluciones para el análisis de información. Sin entrar en tecnologías punteras como Big Data, Machine Learning, Inteligencia Artificial, hay muchas soluciones cercanas al negocio que dan una potencia de análisis asombrosa. En muchos proyectos hemos conseguido que información diaria llegue al negocio a primera hora de la mañana, en dashboards interactivos dinámicos, incluso en soportes móviles como smartphones y tablets. Incluida la automatización de todos los informes regulatorios, con tableros de gestión evolutivos, históricos a nivel diario…

La tecnología debe usarse de una forma práctica y pragmática, pero es importante usarla. No es posible que en el mundo tecnológico que nos rodea, con la tecnología que nos acompaña en el día a día en todo momento, no hagamos uso de las mejores herramientas y la mejor optimización de los recursos disponibles.

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