Dentro de la gestión de los riesgos estructurales o ALM de una entidad, existen diversos frentes abiertos de especial atención. En esta entrada, nos centraremos en el riesgo ante movimientos en los tipos de interés del mercado o Interest Rate Risk y su medición desde una perspectiva más enfocada al aspecto regulatorio.
Dos enfoques
Para simplificar el asunto y realizar una primera entrada general y de fácil comprensión, voy a exponer los dos enfoques más comunes y sugeridos por Basilea en la medición de dichos riesgos para, más adelante, pasar al detalle de uno de ellos:
- Enfoque basado en Resultados (NIM):
- Analiza el impacto que se origina en el margen financiero de la entidad (NIM) debido al movimiento en los tipos de interés. Se analiza de esta manera el impacto en los ingresos a corto plazo, los resultados directos en la cuenta de resultados y en el balance.
- Enfoque basado en el Valor Económico de la Empresa (MVE):
- Este enfoque considera que el valor de la entidad es la suma neta de los flujos de caja que la misma puede generar, descontados a una tasa de interés de mercado. Este enfoque permite analizar la entidad desde una perspectiva de solvencia a largo plazo.
En esta primera entrada voy a tratar de explicar la medición del riesgo de tipo de interés desde un prisma más general, para más adelante ir estableciendo los grandes factores que afectan a su cálculo y gestión. En sucesivas entregas, iremos entrando en el detalle de cada componente por separado (elasticidades, horizontes temporales, nuevo negocio, etc.).
Margen Financiero (NIM)
El Margen Financiero o Net Interest Margin (NIM) no es más que una métrica o concepto financiero consistente en el cálculo de un posible beneficio o pérdida en un horizonte temporal dado.
Me explico, situémonos en una empresa a una fecha dada, por ejemplo 31/Dic. Dicha empresa sabe qué activos y pasivos tiene, las condiciones de dichos contratos, cupones, plazos, etc. A sabiendas de toda esta información, alguien con conocimientos financieros básicos o simplemente de matemáticas, podría calcular los ingresos financieros que tendrá la empresa en los próximos 12 meses (horizonte temporal en este ejemplo). ¿Cómo? Muy sencillo, se toman las operaciones que generarán beneficios para la entidad, generalmente son los contratos del activo. Se sabe qué nominales o cantidades se han prestado, cuándo se van a devolver y los intereses que se recibirán por ello. Lo mismo pasa con los pasivos, donde residen todos los préstamos tomados o las emisiones realizadas por la empresa y que tiene que devolver y pagar intereses por ello.
La diferencia entre los ingresos financieros y los gastos financieros nos dará una imagen del beneficio o pérdida que obtendrá la empresa en los próximos 12 meses.
Como primera entrada de carácter general, vamos a dejar el tema aquí, esperando entrar en las próximas semanas en la otra pieza esencial del cálculo del Margen Financiero o NIM; me refiero a la estimación del nuevo negocio o masas de activo y pasivo que se irán incorporando a medida que los préstamos del balance se vayan amortizando. Cualquier duda al respecto, no dudéis en comentar en el blog.