Una vez ya establecido un “marco de entendimiento” con la anterior entrada del blog referenciada al Margen Financiero o NIM, vamos a proceder a desgranar en detalle los entresijos del cálculo de Margen Financiero y todas las posibilidades para afinar en mayor medida su resultado.
La idea es entrar en detalle en los siguientes criterios o conceptos:
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En esta entrada y en las sucesivas, iremos desarollando el concepto de cada punto y mostrando todas las posibilidades de parametrizacion que tienen.
Como ya se comentó en la primera entrada, el Margen Financiero o Net Interest Margin -NIM- es un indicador financiero que refleja el posible beneficio o perdida de una empresa en un horizonte temporal dado, un mes, un año, etcétera. Se trata de una métrica útil de cara a la gestión de una compañía, que en base a una serie de hipótesis sobre el negocio actual y el negocio futuro -predicciones-, calcula la cifra de ingresos o perdidas que la empresa obtendrá.
Para la realización de los cálculos necesarios es importante considerar las hipótesis que se van a seguir.
Dependiendo de la parametrización de las hipótesis, las cifras y por ende su análisis, diferirán.
Horizontes temporales
Uno de los puntos sobre el que hay que enfatizar a la hora de obtener el margen financiero de una compañía es el horizonte temporal sobre el que calcular dicho margen. Dependiendo de para qué fecha/s se quiere realizar la simulación, 6 meses, 1 año, 2 años, se tendrán que realizar una serie de hipótesis del nuevo negocio que entre en escena. Contrariamente al cálculo del Valor Económico o Market Value of Equity -MVE-, el Margen se basa en la proyección de las masas de activo y pasivo a futuro, al plazo de horizonte mencionado anteriormente, mientras que el MVE consiste en descontar el balance de una determinada fecha a presente.
Esto quiere decir básicamente que si la entidad financiera establece un horizonte temporal de 2 años, necesitará saber qué va a pasar en esos 2 años. Si con los métodos de que disponga (presupuestos, estimaciones macroeconómicas, balance actual, etcétera) no fuese capaz de ofrecer cifras coherentes para 2 años, seguramente deberá reducir su horizonte temporal.
Siempre es más adecuado mostrar cifras que se sustenten por hipótesis estables y lógicas, aunque sean a plazos más cortos, que intentar apuntar más lejos y errar en el tiro. Estimar cuánto se va a ganar dentro de 2 años en un ambiente macroeconómico tan cambiante como es el de hoy en día es muy complicado.
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Con esto queda explicado el concepto de horizonte temporal, que irá de la mano del concepto que expliquemos en la próxima entrada, el nuevo negocio. Dependiendo de los horizontes temporales elegidos, se tendrá mejor o peor finura en el establecimiento de las demás métricas.
De todas formas, cualquier duda, apunte o explicación, no dudéis en poneros en contacto dejando un comentario más abajo.