En esta entrada del blog vamos a hablar sobre un término muy común y que goza de gran importancia en el ámbito financiero, se trata de la amortización.
A la hora de definir la amortización, es de vital importancia llevar a cabo una diferenciación según el tipo de producto que estemos tratando:
- Amortización de un activo: es la pérdida de valor o depreciación de carácter irreversible que experimenta el activo no corriente o activo fijo. Se trata de un término contable relacionado con la depreciación de activos y el reparto de dicho gasto durante varios ejercicios fiscales.
Por ejemplo, en el caso de una empresa que ha comprado equipos informáticos por 10.000€ y estima que dichos equipos serán utilizados durante 5 años, el gasto no se repercute únicamente en el año en curso, si no que se reparte en función de un método de amortización durante los 5 años de vida útil de los equipos informáticos mencionados anteriormente. Existen diferentes métodos de amortización de activos, como por ejemplo el método de amortización lineal, creciente, decreciente etc. si bien no son objeto de análisis en este artículo.
- Amortización de un pasivo: se trata del reintegro de capital de un préstamo en un plazo temporal previamente acordado. El ejemplo más habitual es el de una hipoteca, en la cual recibimos una cuantía de dinero que se ha de devolver en un plazo temporal acordado (30 años, por ejemplo) y a un tipo de interés previamente pactado, que puede ser fijo o variable.
Una vez definidos los distintos tipos de amortización, en esta entrada vamos a centrarnos en los principales métodos de amortización de pasivos utilizados por las entidades financieras:
- A vencimiento o método americano: se trata de un sistema donde solo se realiza un único pago de principal al vencimiento del préstamo por la totalidad del mismo, existiendo cuotas periódicas donde se lleva a cabo el pago de intereses.
- Amortización constante de capital o método italiano: consiste en la fijación de una cuantía de principal fija que será abonada en cada cuota. Debido a la reducción de capital pendiente de amortizar, los intereses son decrecientes durante la vida del préstamo.
- Método francés o de cuota constante: se trata de un sistema donde el monto a pagar (la suma de la parte de capital amortizado más los intereses correspondientes del período) es constante. En este método, el capital se amortiza en forma creciente, mientras que los intereses se calculan sobre el capital vivo, motivo por el cual son decrecientes. Se trata del método más utilizado en España, por ejemplo en el caso de las hipotecas.
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Es importante tener en cuenta el método de amortización elegido a la hora de contratar un determinado producto financiero, dado que dicho método afectará al importe y a la composición de las cuotas a abonar. No obstante, en muchas ocasiones el método de amortización utilizado es impuesto por la entidad financiera, sin dar opción a elegir a la parte contratante.
Esperamos que el artículo haya servido para obtener una visión global sobre el concepto de amortización y sus distintos tipos. Como siempre, quedamos a vuestra disposición para cualquier duda o comentario.