El inicio de la banca islámica tuvo lugar a finales del siglo XIX, cuando se comenzaron a desarrollar productos bancarios que respetaran los principios del Islam. Desde entonces, se ha desarrollado un proceso de expansión de esta industria que ha tenido especial importancia en la última década.
En un principio, los productos se ofrecían en instituciones mixtas localizadas en países familiarizados con la Sharia. Algunos bancos convencionales de estos países comenzaban también a abrir ventanillas islámicas, atendiendo las necesidades de los clientes que decidían operar bajo las reglas del Islam. Bancos convencionales de otros países se fueron sumando a ofrecer productos islámicos, no sólo por la creciente población musulmana, sino también para ampliar la cartera de servicios, incorporando clientes internacionales interesados en la banca islámica. El proceso ha continuado con la creación de instituciones financieras puramente islámicas. La última etapa es la más trascendental y consiste en una expansión mundial que ha resultado en el origen de un verdadero mercado de capitales.
La expansión de la banca islámica en países occidentales, junto con el cada vez más exigente entorno regulatorio de la banca convencional, hace inevitable el planteamiento de los requerimientos regulatorios que deben cumplir los bancos islámicos. Algunos defienden que, dado que una de las características de sus contratos es que el riesgo se comparte, no necesitan ser regulados. Sin embargo, una visión más realista apoya que la banca islámica se enfrenta a riesgos y que, por tanto, es necesario que esté regulada. Aunque en esta industria las entidades no asumen riesgo de tipo de interés, el riesgo de mercado es probablemente superior por la vinculación que tienen sus contratos a activos reales.
El órgano que emite los acuerdos dirigidos a la banca islámica que se corresponderían con los de Basilea es el Islamic Financial Services Board -IFSB-, creado en Malasia en el año 2002 para definir recomendaciones y requerimientos por los que se rijan las finanzas islámicas a nivel mundial. De hecho, desde el año 2005 esta institución ha estado publicando estándares que tratan del capital y de la gestión de riesgos, así como de la transparencia de las actividades bancarias y de guías para la definición de los test de estrés para bancos islámicos.
Además del IFSB, hay otras instituciones de carácter internacional que forman parte del sistema financiero islámico y que reflejan el nivel de desarrollo de esta industria:
- Accounting and Auditing Organization for Islamic and Financial Institutions -AAOIFI-: Emite recomendaciones de carácter no obligatorio sobre contabilidad y auditoría
- International Islamic Financial Market -IIFM-: Formado por reguladores nacionales de Bahrein, Brunei, Indonesia, Malasia, Sudán y por el Banco de Desarrollo Islámico -BDI-, su rol principal es tratar de homogeneizar las potencialmente distintas interpretaciones de la Sharia
- Arbitration and Reconciliation Center for Islamic Financial Institutions -ARCIFI-: Responsable de intervenir en desacuerdos surgidos al interpretar la Sharia
- Liquidity Management Center -LMC-: Provee al sistema de liquidez, proporcionando préstamos interbancarios cuando es necesario
- Agencia Internacional Islámica Clasificadora de Riesgos -IIRA-: Juega el mismo papel que las agencias de calificación occidentales S&P, Moody’s y Fitch
- Consejo General de Bancos e Instituciones Financieras Islámicas -CIBAFI-
Con esto cerramos las publicaciones de introducción a las Finanzas Islámicas. Esperamos que hayan despertado vuestro interés en esta industria y quedamos a vuestra disposición para cualquier duda que os pueda surgir al respecto.