Ante el avance de la crisis del COVID-19 en Europa y la incertidumbre sobre el impacto que ésta pueda tener en términos económicos, las primas de riesgo de algunos de los países de la Unión están ascendiendo rápidamente y el Banco Central Europeo trata de atajarlo con nuevas medidas.
En esta ocasión, en línea con las medidas que ya adoptó el organismo europeo el pasado día 7 de abril para facilitar el empleo de los colaterales en las operaciones de descuento de los bancos centrales, el BCE ha decidido relajar temporalmente los criterios de calificación crediticia que deben cumplir los colaterales para ser elegibles y, por tanto, poder ser descontados y conseguir liquidez. Concretamente, los títulos negociables o los emisores que fueran elegibles hasta el 7 de abril, es decir, que tuvieran una calificación mínima de BBB- además de cumplir el resto de condiciones, seguirán siendo elegibles posteriormente aunque sufran un descenso en su calificación; siempre que no caigan por debajo de BB. Con excepción de las titulizaciones o asset back securities cuya calificación mínima requerida era de A- y ahora se permite hasta BB+.
Estas medidas son temporales y serán aplicables hasta septiembre de 2021. El objetivo del BCE es facilitar el acceso de los bancos a la liquidez para que éstos, a su vez, puedan continuar financiando a empresas y hogares. Además, con esta iniciativa se pretende eliminar el impacto procíclico de las calificaciones crediticias ya que, los activos de los bancos pierden calidad justo en un momento de crisis como el actual en el que los bancos necesitan hacer uso de esos activos para conseguir la liquidez del BCE y continuar financiando a sus clientes. De hecho, el BCE avisa de que puede tomar medidas adicionales en el futuro para continuar mitigando el impacto de las bajadas de los rating crediticios.
Para continuar a las medidas de flexibilicación de la EBA respecto a varios requerimientos sobre valoración prudencial, reporte FRTB, SREP, planes de recuperación, etc. puede seguir este enlace.
Esta medida se une a las ya adoptadas por el propio BCE y otras instituciones europeas durante las últimas semanas y que pueden consultar en este artículo.